Si has decidido ceder un rincón de tu casa a la naturaleza para convertirlo en un pequeño
huerto ecológico, te describimos las claves para poner en marcha un huerto en casa,
ya sea en la terraza o el balcón.
huerto ecológico, te describimos las claves para poner en marcha un huerto en casa,
ya sea en la terraza o el balcón.
1.Elegir la situación del huerto
La luz directa es esencial para el crecimiento de las plantas, por lo que primero hemos de
saber cuál es el balcón o terraza con mayor insolación.
saber cuál es el balcón o terraza con mayor insolación.
Lo recomendado es contar con un mínimo de 6 horas diarias de sol. En caso, de que el espacio
elegido cuente con menos horas de luz nos plantearemos el cultivo sólo en primavera-verano
y con especies poco exigentes en cuanto al sol.
2.Prever la disponibilidad de agua
Como el riego va a ser una de las tareas más importantes y repetitivas, es necesario pensar de
dónde vamos a conseguir el agua y cómo vamos a regar nuestro pequeño huerto, para que no
çse convierta en una tarea ardua y tediosa.
dónde vamos a conseguir el agua y cómo vamos a regar nuestro pequeño huerto, para que no
çse convierta en una tarea ardua y tediosa.
Lo más fácil es ubicar el huerto cerca de una toma de agua corriente y bien instalar un sistema de
goteo(aunque si tenemos unas pocas macetas, 4 o 5, nos puede bastar con una regadera). Otra opción puede ser reutilizar el agua de lluvia, dirigiendo las canaletas hacia depósitos de agua.
3.Conseguir los recipientes dónde plantar
Al no disponer de tierra, la opción es cultivar en contenedores. Las opciones entre las que
podemos elegir sonjardineras, cuyo tamaño dependerá del requerimiento de cada hortaliza (lechugas,
rábanos y acelgas desarrollan poca raíz, mientras que tomates, pepinos, berenjenas o acelgas requieren
macetas más grandes, 20-30 L de volumen), mesas de cultivo o recipientes reciclados. También
podemos diseñar un pequeño bancal, limitado por maderas o bloques de hormigón y luego rellenado.
podemos elegir sonjardineras, cuyo tamaño dependerá del requerimiento de cada hortaliza (lechugas,
rábanos y acelgas desarrollan poca raíz, mientras que tomates, pepinos, berenjenas o acelgas requieren
macetas más grandes, 20-30 L de volumen), mesas de cultivo o recipientes reciclados. También
podemos diseñar un pequeño bancal, limitado por maderas o bloques de hormigón y luego rellenado.
En cualquier caso, debemos facilitar el drenaje colocando en la base del recipiente una capa
de grava antes de rellenar con el sustrato, para evitar que se encharque el fondo y “se asfixien”
las plantas.
4.Preparar el sustrato
Al cultivar en recipientes la cantidad de tierra en la que se desarrollaría la planta es limitada.
Esta característica hace necesario utilizar sustratos en vez de tierra mineral, que sean capaces de aportar nutrientes, retengan agua, tengan una buena aireación y no sean pesados, para no cargar de peso
la terraza. En el mercado se pueden encontrar sustratos universales ya preparados que para un
iniciado pueden servir, siempre y cuando no sea para plantas de interior o plantas con flores.
Esta característica hace necesario utilizar sustratos en vez de tierra mineral, que sean capaces de aportar nutrientes, retengan agua, tengan una buena aireación y no sean pesados, para no cargar de peso
la terraza. En el mercado se pueden encontrar sustratos universales ya preparados que para un
iniciado pueden servir, siempre y cuando no sea para plantas de interior o plantas con flores.
Sin embargo, en una segunda fase o bien si queremos hacer bien las cosas desde el principio,
podemos prepararnos nuestro propio sustrato a base de fibra de coco y compost, en una
relación de 60 % y 40% de cada uno de ellos.
5.Utilizar plantones
Como inicio es mejor a la hora de plantar nuestras primeras hortalizas utilizar plantones, que según
la época se podrán conseguir unas hortalizas u otras en los viveros. De esta forma, nos
aseguramos que las plantas están fuertes y sanas y superarán los pasos en falso que podamos dar.
la época se podrán conseguir unas hortalizas u otras en los viveros. De esta forma, nos
aseguramos que las plantas están fuertes y sanas y superarán los pasos en falso que podamos dar.
Si nos atrevemos, o no encontramos plantones, podemos obtenerlos nosotros mismos elaborando
semilleros, teniendo en cuenta siempre la época de siembra más idónea para la especie, que
normalmente viene indicado en el embalaje de las semillas.
Además, también es recomendable empezar con cultivos de fácil manejo y que tengan pocos
problemas de enfermedades o plagas.
Al principio puede que cometamos multitud de errores al no saber la cantidad de luz o agua
que va mejor a cada planta, o bien si el sustrato empleado no es el ideal,… Pero cada error,
cada dificultad, nos ayudará a aumentar nuestra experiencia y a tomar mejores decisiones en un futuro. Así que nos desesperes y sé constante, porque el resultado será reconfortante, aparte de saludable.